Las Festividades en las comunidades triquis
Con respecto a las festividades que organizan los triquis, su celebración tiene un carácter
comunitario y social.
Es costumbre de los triquis celebrar en grande las festividades en nuestros pueblos. La más
importantes: La del tercer viernes de cuaresma, o Feria de Copala que por lo regular cae en
marzo o en febrero; la fiesta del carnaval en febrero o marzo; la celebración de la pascua que
se realiza en semana santa (7mo. Viernes); la del 24 de junio el mero día de San Juan que
es el santo Patrono del lugar; 28 de septiembre el día de San Miguel Arcángel; 29 de octubre
1 y 2 de noviembre que celebramos el día de los muertos y la del 25 de abril que es el de
San Marcos, el dios de la Lluvia.
Festividad del Tercer Viernes
Para esta importante celebración en el que se festeja a “Tata chu” el santo milagroso del
lugar, San Juan Copala recibe un gran número de visitantes quienes vienen a pedir al gran
santo: dinero, curación para alguna enfermedad grave, suerte para los familiares en su cruce
a la frontera de estados unidos, a pedir esposa, pedir novia…etc.
Los peregrinos vienen desde: Guerrero, Puebla, Distrito Federal y desde muchos lugares de
Oaxaca a venerar al santo milagroso “Tata Chu”. En las ferias que se llevan a cabo en las
comunidades indígenas, se paga una manda o se pide un favor divino; se goza de las
danzas, la música y los juegos pirotécnicos; se ven conocidos que se encuentran cada año,
se intercambian noticias y se brinda con ellos; se acude al médico; se vende y se compra; se
vive, en fin, un paréntesis de fiesta en los trabajos del año (Guillermo Bonfil Batalla, 2003).
Organización
Los encargados de organizar la festividad son tres mayordomos, uno de ellos
es el más importante quien es apoyado por otros dos. En éstos últimos años la connotación
del mayordomo ha ido cambiando, actualmente en la zona triqui, se llama mayordomo a la
persona que es responsable directa de la fiesta y que lleva el santo a su casa para procurar
su culto y se le llama diputados a quienes auxilian al mayordomo para sacar adelante la
encomienda. Estos mayordomos anteriormente eran nombrados por la comunidad
conjuntamente con las autoridades, actualmente se ha modificado el sistema de
nombramiento, ahora es voluntario, porque existe la creencia de que a los organizadores de
estas fiestas, los santos les traen suerte en sus negocios, en su salud, en el trabajo, estos
cargos son muy codiciados por los triquis, por lo mismo en este momento hay una lista de
espera como hasta dentro de 8 años.
Los mayordomos salientes, para formalizar el compromiso entregan a los nuevos, 7 platos de
guiso de res con tres carnes grandes, y tortillas a cada uno de los platos, más los cartones
de cerveza, refrescos, cigarros, un plato de sal, una jícara de agua y para dar fe al cambio de
mayordomo, existe una persona destinada especialmente para la ocasión (xca’a) que se
encargará de bendecir con su vara todo lo que van a consumir los nuevos mayordomos.
Un mayordomo tiene en su apoyo a 7 diputados quienes se comprometen a contribuir para la
fiesta:
Por lo regular la organización para las demás festividades se sigue el mismo procedimiento, cambiarían solamente las
contribuciones, solamente para el tercer viernes son tres mayordomos en las otras festividades es uno con sus 7 diputados.
1. Un toro, 2. una banda de música, 3. un castillo, 4. Garrafones de aguardientes, 5.
Rejas de refrescos, 6. piloncillo o empanelas para el tepache, 7. Cartones de cervezas; que
serían los más importantes, en menor medida vienen los que contribuyen con dinero en
efectivo, con costales de chile, con costales de maíz, con cohetes, con adornos, con petates,
etc, a éstos los tiene que preparar el mayordomos sus respectivos platos para sellar el
compromiso. Asimismo los mayordomos salientes tienen un fondo que consiste en dinero en
efectivo que son entregados a los nuevos mayordomos que pueden ser dos mil pesos, mil
quinientos pesos o dependiendo de la capacidad económica del mayordomo saliente, esta
cantidad es distribuida equitativamente a cada diputado con la consigna de que ellos la
incrementen para poder aportar su contribución en el día de la fiesta, es decir dentro de un
año.
Lo anterior sucede en el mes de enero de cada año, es decir que los mayordomos del tercer
viernes tienen un gasto fuerte. Asimismo en este mes los mayordomos elaboran las velas
que serán vendidas a los peregrinos en la feria.
Recientemente ha habido mayordomos que han matado hasta 4 toros para dar de comer a
todos los visitantes de la feria; se consumen aproximadamente por mayordomo 100 cartones
de cervezas y otras tantas de refresco y se contratan de 1 a 2 bandas de música por
mayordomo.
En esta fiesta los triquis de todas las comunidades visitan a San Juan Copala, ocasión
oportuna para lucir sus mejores atuendos, para hacerse una limpia, para intercambiar sus
productos, para bautizar al niño, para casarse por la iglesia y para convivir con sus familiares
que no han visto mucho tiempo.
Los que están en los Estados Unidos y en diferentes estados de la república se regresan
para estar presentes en la feria, nadie quiere perder esta festividad tan importante para los
triquis.
Asimismo se realizan dos bailes con grupos más importantes de la región o del Estado que
tiene como fin recaudar fondos para la restauración de la iglesia casa de “Tata Chu”. Para la
contratación de los grupos los triquis que trabajan en los Estados Unidos aportan el mayor
porcentaje del dinero. El mayordomo encargado de la restauración de la iglesia para
agradecerles, se mencionan públicamente sus nombres y la cantidad que aportaron.
Los maestros de las escuelas y las autoridades de la comunidad organizan un torneo de
básquetbol en donde los premios son bolsas grandes. Y más recientemente en dólares.
En los últimos años las comunidades triquis en coordinación con los estudiantes de la capital,
han estado organizando los Encuentros Culturales en donde se han invitado a los triquis de
la zona alta, a los mixtecos de Putla, de Juxtlahuaca, de Huajuapan, de Tlaxiaco, quienes
han participado en estos encuentros con gran capacidad artística y entusiasmo para el
deleite de los visitantes
.
En la festividad del tercer viernes que recibe muchos visitantes por el santuario en que se ha
convertido San Juan Copala, en esta subregión, lo significativo es que por su carga de
sacralidad y poder de convocatoria los santuarios son unos de los principales factores de
articulación y reconstitución intraétnica, ya que todas las comunidades del grupo
etnolinguístico, o al menos las comunidades afines, convergen en él y en la mutua relación
con lo sagrado reactualizan vínculos culturales e identitarios que no están presentes en la
vida cotidiana (Miguel Alberto Bartolomé y Alicia Barabas, 1999).
El carnaval triqui
En la fiesta del carnaval o los chilolos existen mayordomos en algunas comunidades o
barrios quienes organizan su fiesta desde un sábado o un viernes dependiendo de las
familias que viven en cada uno de los barrios, porque los chilolos tienen que visitar a todas
las familias casa por casa, y el lunes presentarse en San Juan Copala en donde lucirán sus
mejores atuendos porque tendrán enfrente a los chilolos de otros barrios. En un grupo de
chilolos tiene que haber forzosamente un abuelo, una o dos mujeres un león o chuba’ a. El
abuelo tiene la obligación de cuidar a sus hijos y más a las hijas, el león es como el guardián
del grupo. El grupo se compone de 24 chilolos de acuerdo a la capacidad económico del
mayordomo y es acompañado por los músicos que son un violinista y un tambor, o si la
capacidad económica del mayordomo lo permite contrata una banda de música. La
indumentaria de estos chilolos son indumentarias multicolores, utilizan máscaras, amarran en
sus pies unos cascabeles que hace ruido al bailar y cada uno de ellos traen sus unos
adornos hechos con material de la región como son carrizos adornados con papeles chinas
multicolores.
Celebración de la Pascua
Para los triquis de Copala la pascua es la ocasión para comer enchiladas, que son
acompañadas de caldo de res. En esta ocasión matan de 30 a 50 reses, uno o dos por
comunidad o barrio, y se consumen cientos de cartones de cervezas.
Anteriormente, era la ocasión para que el presidente (Agente Municipal) diera el mensaje del
año nuevo para todas las comunidades triquis de Copala, donde el presidente hacía el
exhorto para la buena convivencia y la armonía en la zona, los mayordomos aprovechan
para entregarle su bastón de mando y tenates de enchiladas, cervezas, refrescos, tepache y
aguardiente para que consuma con sus auxiliares.
En la festividad de la Pascua, es la ocasión especial en que los triquis ratificaban a las
nuevas autoridades municipales y tradicionales, que es también la ceremonia de cambio de
poderes, esta ceremonia se celebra siempre en el mismo lugar llamado Las cruces, durante
una procesión que se efectúa desde el Barrio de Agua Fría hasta el templo de Copala; un
pesado crucifijo, Tata Chúz, adornado profusamente con flores es llevado a cuestas, siendo
cambiado por otro más pequeño un poco antes de llegar al lugar de la ceremonia. En el llano,
Ta á a xhiquia, frente a la imagen de Tata chúz también adornado con muchos collares de flor
de cacaloxúchitl y flores de cactus de color rojo. En Tá a´xhiquia se reúnen el agente
municipal, el síndico y el alcalde portando cada quien su vara de mando. Frente a ellos se
sitúan los mayordomos que carecen de vara de mando de autoridad civil, por eso no forman
parte de las autoridades ejecutivas, y en torno de ellos los mayordomos de todas las
imágenes de la iglesia de copala y los hombres de todos los barrios, un poco más lejos las
mujeres y niños que viven en el Chuma´a o centro ceremonial o en los barrios.
La ceremonia principia con la intervención del mayordomo de mayor rango de la fiesta quien
pide a las autoridades, en nombre de toda la comunidad, cuentas estrictas acerca del
desempeño de sus funciones, empezando por retirarles la vara de mando. Ese es el
momento en que dichas autoridades exponen los problemas de la comunidad e informan
sobre las acciones que deben llevarse a cabo así como sobre aquellas que han efectuado
durante su gestión (Carmen Cordero Avendaño de Durand, 2000).
Las autoridades triquis daban un mensaje a los representantes de diferentes barrios que se
congregaban en el lugar y juraban actuar de forma imparcial ante los diferentes problemas
que pudieran suscitar en el año de su gestión y prometían dar lo mejor de sí para cumplir el
cargo. Actualmente al estar suspendida su carácter de agencia municipal está suspendida
también la ceremonia. En su lugar está funcionando un concejo municipal.
El día de San Juan
Se da la bienvenida a la lluvia. El cura del lugar hace la misa en el río San Juan en donde los
triquis piden que haya una buena cosecha.
El día de San Miguel Arcángel
Los triquis tienen una consideración especial a este santo porque dicen que los protege de
las envidias, de los enemigos y trae fortuna para los mayordomos. Y también porque
consideran a este santo como el de la guerra. Al igual que las otras festividades hay un
mayordomo con sus diputados que realizan los gastos correspondientes en la misma forma
que el de tercer viernes.
Día de Muertos
Esta ocasión los triquis reciben todos sus antepasados desde familiares pequeños que
fallecieron, se dice que a los dos años de muerto es cuando el fallecido viene, porque al
morir recientemente los muertos más antiguos, les encargan sus casas para venir con los
vivos, hasta los abuelos por lo que consideran que se debe atenderlos muy bien, las mujeres
hacen totopos, los hombres salen al campo a cortar tiras para armar los altares, matan
aproximadamente cien reses para que alcance para todas las familias. Cada familia
regularmente adquiere una pierna entera, una costilla, un lomo, etc. Para su consumo. Más
que asistir al panteón se convive en la casa donde vivieron los seres queridos que según la
creencia triqui, los visita en esta fecha, se piensa que es allí donde vivieron felices y no en el
panteón.
En la tradición triqui, la preparación del día de muertos comienza quince días antes con la
búsqueda de tiras de carrizo para montar el altar. Se seleccionan las mejores tiras.
Posteriormente se busca dónde conseguir las flores de cempasúchil, se busca leña de las
más secas para que la mujer no sufra en la cocina. Lo anterior lo hacen los hombres, en
grupo o en forma individual. Por su parte, las mujeres empiezan a preparar los totopos, y
comprar chiles, veladoras y todo lo necesario para el día en que llegarán los familiares que
se fueron y que llegarán.
Los mayordomos, o los que tienen la capacidad económica empiezan a buscar los toros para el
sacrificarlos el día esperado. Pero antes los ponen a la vista de la comunidad para que se valore la
calidad del toro o la vaca, según sea el caso, posteriormente cada pieza del animal es apartada de
acuerdo con la capacidad económica del consumidor. Antes el acuerdo era en que se debería liquidar la
deuda en la temporada del café: diciembre del mismo año o enero del siguiente año, a más tardar en
marzo, en la feria anual. Todo es parte de la tradición. Generalmente, el trato del apartado se hace 15
días antes con el comprador del toro; éste adquiere el toro un jueves o un viernes en la cabecera
municipal, el día de la plaza. Actualmente se tiene que apartar al contado o no hay trato.
La fiesta del día de muertos, es fiesta grande porque constituye una oportunidad para que la
familia triqui se reúna para convivir con el ser o seres queridos que dejaron este mundo.
Aprovechan para tomar cervezas a la salud de los difuntos, para resolver diferencias
familiares, para que los difuntos estén contentos; porque sólo tomando los vivos, ellos toman
y se ponen contentos. Los vivos bailan para que los difuntos también bailen.
Los viejos dicen que en esta temporada no hay que tener la puerta cerrada, ni hablar mal de
nadie, ni gritar, ni enojarse, porque podemos ofender a los visitantes. Por eso siempre hay
que conservar la calma y ser amables, con toda la gente para agradar a los visitantes. Se
dice que si la persona fue muy importante en vida, quiere decir que ahora que viene a su
casa, estará llena de visitantes, de sus seguidores.
Se acostumbra adornar el altar con flores de cempasúchil y otras plantas olorosas propias
de la región, que son muy singulares, con platos de mole de olla, y sus respectivos totopos
para los visitantes, con incienso hecho de copal, (éste juega un papel importante porque al
quemarlo convoca los visitantes a comer, es como un llamado a hacerse presente). También
se colocan en el altar veladoras, arcos, cervezas, refrescos, tepache, botella o botellas de
aguardiente, cigarros, chayotes, calabazas, panes y frutas de la región: Todo esto se
acompaña música referente a la festividad, tocada con violín y tambor. Los alimentos se
ponen desde el día 1° de Noviembre y se levantan hasta el día 3, cuando terminan de
alimentarse los difuntos. Entonces se recogen “las sobras”, que se recalientan para
intercambiar con los familiares y los vecinos.
Al poner los platos de mole, se gritan los nombres de los familiares desaparecidos para que
vengan a comer. Al poner cada plato, se dice para quién es. Si es tío, se dice: “tío Juan ven a
comer con tus sobrinos”; si es abuelo: “abuelo Juan ven a comer con tus nietos”. Por debajo
del altar se riega cerveza o refresco para que los difuntos puedan beber. Una vez realizado lo
anterior, los familiares vivos proceden a brindar con ellos.
El día último de octubre se celebra a los niños que hayan fallecido. Para ellos se cocinan
frijoles con pata de res, se compran dulces y juguetes para que ellos jueguen.
Cuentan los viejos que al finalizar la festividad muchos de los difuntos van cargados de
alimentos y todo aquello que su familiares pusieron en el altar. Se dice también que aquellos
que no tienen familiares andan vagando sin rumbo fijo, regresan sin nada porque no tienen a
nadie en este mundo, van suplicando algo para tomar y qué comer porque vienen con mucha
sed y hambre. Desgraciadamente, nadie los oye, nadie se acuerda de
ellos porque no saben sus nombres, nadie los llama. En cambio, los que tienen familiares, los
regresan borrachos y contentos.
San Marcos
Los triquis consideran que San Marcos es un dios triqui, porque los triquis leen el mensaje
que trae cada abril, para tener la certeza de obtener una buena cosecha, es el indicador de
que las cosechas salgan bien o mal por lo que dependiendo de las señales que indique San
Marcos, o “el señor del rayo” dirían los hermanos de Chicahuaxtla, se toma en cuenta la
dimensión de la siembra para no errarle. El 25 de abril los mayordomos matan una res para
el consumo de todas las personas del barrio, y para cumplir su compromiso con el nuevo
mayordomo y sus diputados. Y se sacrifican chivos para dejarlo en la cueva.
Para leer el mensaje de San Marcos existen personas destinadas a hacerlas, lo hacen en las
cuevas en donde vive el señor de la Lluvia, por lo regular después de la visita llueve. Señal
de que las cosechas saldrán exitosamente.
La deidad de lluvia o ña’ anj gumaan y la del agua, son particularmente significativas. Los
arroyos, los pozos y los manantiales son considerados lugares sagrados. Ciertos
comportamientos en estos espacios se consideran violaciones al orden natural: está
sancionado tirar basura u orinar en ellos. Al andar por el monte es necesario evitar tomar
agua del arroyo directamente. En caso de hacerlo, existe el riesgo de que los labios de la
persona se deformen y que el infractor sufra dolores estomacales. Para tomar agua es
necesario ayudarse con una hoja ancha y tomarla fuera del arroyo (Pedro Lewin, 1999).
El ritual más importante de los triquis es el que se realiza para pedir la lluvia, el ritual se hace
en adoración al dios de la lluvia y al rayo el día 25 de abril día de San Marcos.
Cuando no quería llover los triquis acuden a San Marcos a suplicarle que mande la lluvia, y lo
demuestra haciendo llover.
La solicitud puede ser para que llueva o igualmente para que deje de llover porque tanta
agua afectó a las cosechas.
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